Los celos son una emoción poderosa. Hace que los hermanos se odien unos a otros, hace que los amantes se separen. En esta sedra vemos el primero de ellos. José, favorecido por Jacob, recibió una túnica multicolor. ¿Pero por qué tantos celos por una prenda? Debido a que la coloración implicaba liderazgo, José había sido colocado como líder sin que sus hermanos lo vieran demostrar su valía como líder. Por eso lo odiaban y había que vengarse. En Génesis XXXVII, 18, vemos que los hermanos en realidad conspiraron para matar a José, su propio hermano, aunque Rubén decide perdonarle la vida y sugiere arrojar a su hermano a un pozo.
Hay cosas inmediatas que aprender de esta historia. Aunque siempre debemos tratar de trabajar honestamente para alcanzar nuestras metas, en lugar de utilizar atajos, que pueden incluir trampas y cosas por el estilo, debemos recordar el precio del liderazgo. Siempre que lideramos, enfrentamos críticas. Siempre que el pueblo judío en su conjunto pasa al primer plano del interés público, en general nos enfrentamos a críticas. Pero (y me estoy adelantando un poco) José perdona a sus hermanos, así como nosotros no deberíamos terminar odiando a quienes nos critican.
Pero a José le esperaban más problemas en esta Sedrah, en la forma de la esposa de Potifar. Una vez en Egipto, y una vez que comenzó a ganar influencia, la esposa de Potifar se acercó a José, deseando tener una aventura. Pero José lo rechazó, diciendo que aunque Potifar tal vez no supiera del asunto, Di-s sí lo sabría. Pero incluso al hacer esto, José es acusado del mismo acto que rechazó, y aquí podemos aprender otra lección. Por mucho que intentemos hacer el bien en nuestra vida, habrá algunos que intentarán arrastrar nuestro nombre hacia abajo. Podemos defendernos tan fuertemente como podamos, pero siempre habrá quienes no nos crean y siempre habrá quienes conspiren contra nosotros. Pero mientras aprendamos de estas experiencias, en lugar de amargarnos por ellas, podremos llegar a ser tan grandes como José.