Chaim Vital (1543-1620 d.C.) fue el principal discípulo del renombrado cabalista moderno Isaac Luria, a menudo considerado el padre de la Kabbalah contemporánea. Isaac Luria, cuyas enseñanzas remodelaron profundamente el panorama del misticismo judío, no dejó escritos propios. Por lo tanto, Vital desempeñó un papel crucial en la preservación y transmisión de las enseñanzas místicas de Luria a las generaciones futuras. Como estudiante principal de Luria, Vital actuó como su "pluma", registrando y anotando meticulosamente las profundas ideas de su maestro sobre la naturaleza de lo divino, el cosmos y el alma. A través de los esfuerzos dedicados de Vital, las enseñanzas de Luria fueron recopiladas en varias obras, siendo la más significativa el Etz Chaim (Árbol de la Vida), que se convirtió en la piedra angular de la Kabbalah luriana. Esta obra, junto con otras escritas por Vital, no solo codificó el pensamiento luriano, sino que también se convirtió en la base de la Kabbalah moderna, influyendo en generaciones de místicos, eruditos y buscadores espirituales. Los escritos de Vital ofrecieron una exposición detallada del complejo sistema de pensamiento de Luria, que incluye conceptos como la ruptura de los vasos (Shevirat ha-Kelim) y el proceso de tikkun (restauración). Estas ideas remodelaron la comprensión cabalística, enfatizando la interacción dinámica y continua entre lo divino y el mundo creado. La influencia de Vital se extiende mucho más allá de su propio tiempo, con su obra que sigue dando forma al estudio y la práctica de la Kabbalah hasta el día de hoy.