Shemot, la primera Sedrah del libro del Éxodo, describe vívidamente el inicio de la persecución de los judíos. Nuestro pueblo ha sufrido durante mucho tiempo, ha soportado persecución durante mucho tiempo, y este es el primer ejemplo de este odio. La causa del odio: Porque "los hijos de Israel fueron fructíferos... y se hicieron poderosos en gran manera, y la tierra se llenó de ellos". Debido al éxito mismo del pueblo judío, fueron castigados. Debido a aquello por lo que la mayoría de nosotros nos esforzamos (el éxito y la comodidad cotidianos) fueron obligados a ser esclavos. Pero los judíos siguieron luchando decididamente, como está escrito en Éxodo I, 12: Pero cuanto más los afligían, más se multiplicaban y más se extendían.

¿Por qué los israelitas hicieron esto? ¿Por qué no simplemente ceder a la esclavitud y caer en una existencia humilde? Porque los israelitas eran supervivientes, que creían que el conocimiento que ya tenían, las tradiciones que ya habían mantenido, eran demasiado valiosos para ser erradicados o humillados. Recuerde, esto es antes de la entrega de la Torá, antes de la historia de Pesaj (obviamente), antes de vagar por el desierto.

Sin embargo, lo que sí tenían los hijos de Israel era, entre otras cosas, el sábado. ¡Cuán preciosamente lo conservaron! Se multiplicaron no sólo para mantener viva la tradición del sábado, sino también para fortalecerla y hacerla más ampliamente conocida.

Esta sedra, aunque contiene el nacimiento, la educación y la crianza de Moisés, también contiene algo muy profundo: el espíritu. La voluntad de continuar con las tradiciones, la voluntad de recordar la historia, la voluntad de vivir.