El estudio de la Cabalá impregnó todos los aspectos de la vida judía. Esto incluía el don más preciado del judaísmo: la Torá, que, para los cabalistas, se convirtió en objeto de una original forma mística de meditación. Los cabalistas no negaron la historicidad de la narrativa bíblica sino que estaban más interesados en sondear la naturaleza interna de la Biblia. Esta exploración se centró más específicamente en los Cinco Libros de Moisés. También se escribieron comentarios sobre los Cinco Rollos, el Libro de los Salmos y los Profetas, pero fueron consideraciones secundarias. El comentario del Zohar sobre el Pentateuco se complementó con comentarios sobre Rut y el Cantar de los Cantares.
El principal impulso del comentario cabalístico sobre la Torá residía en el principio místico que explicaba la conexión entre creación y revelación. La emanación divina fue descrita en términos de símbolos extraídos de la doctrina de Sefirot ("emanaciones") y de símbolos extraídos de la esfera del lenguaje y compuestos de letras y nombres. En el caso de este último, el proceso de creación puede simbolizarse como la palabra de Dios que, articulada bíblicamente como discurso divino, revela las leyes supremas que determinan la jerarquía de la creación. Dios se revela en la Torá como Él mismo y no como un medio de comunicación en el sentido humano limitado. Comprender el mensaje de la Torá en esta forma humana, pequeña y finita, impide comprender la verdadera naturaleza de la Torá. Para obtener el significado interno de la Torá, el cabalista se adhiere a tres principios: el nombre místico completo de Dios; la percepción de la Torá como un organismo vivo; el significado infinito del discurso divino.
Esto es religiosamente significativo e instructivo para nosotros, los modernos. La actitud cabalística hacia la Biblia fue un corolario natural de la creencia cabalística general en el carácter simbólico de todos los fenómenos terrenales. De hecho, no había nada, afirmaban los cabalistas, que poseyera sólo un aspecto externo; cada aspecto de la Torá podría examinarse en busca de significados ocultos y realidades internas. Así, todas las palabras de esta revelación divina podrían ofrecer al lector iluminado secretos del pensamiento y la creación divinos.
Este tipo de pensamiento se vio reforzado por la evolución del pensamiento rabínico normativo que, a través de sus comentarios talmúdicos y midráshicos, transformó una narrativa muy literal y legalista en una obra para leer en muchos niveles y en todas las dimensiones. Éste fue el desafío de los rabinos y los cabalistas. El resto es nuestra responsabilidad. ¿Cuán profundamente investigamos las enseñanzas internas de la Torá? Los cabalistas proporcionan tanto la metodología como la inspiración.