La dinámica de las Sefirot se vuelve cada vez más compleja a través de los siglos. Moisés de Burgos afirmó que de cada Sefirá hay mundos suspendidos. Es decir, cada emanación posee sus propias características, incluidos "mundos" ocultos de amor y justicia. ¡Algunos cabalistas hablan de millones de estos mundos!

El Zohar incluye estas descripciones dentro de la anatomía de "la cabeza blanca". Partes de la "cabeza" simbolizan las formas en que Dios actúa: la frente se refiere a Sus actos de gracia, el ojo a Su providencia, el oído a Su aceptación de la oración, la barba a las trece facetas de la misericordia. Esta interpretación antropomórfica de estos mundos ocultos plantea la idea de que las Sefirot existen dentro de las Sefirot. Moisés Cordovero analiza este fenómeno a través de una doctrina de las bejinot, la infinidad de aspectos que se pueden diferenciar dentro de cada Sefirá. Cada bejiná genera otra bejiná; cada aspecto revela otro aspecto y luego otro de la Sefirá. Además, cada Sefirá desciende hacia sí misma, generando una posibilidad infinita de reflexiones internas. Sin embargo, también existe la manifestación finita: cada Sefirá genera otra Sefirá. Todo esto se basa en el concepto de que las raíces de la emanación tienen un "aspecto" oculto en el propio Ein-Sof. Cordovero entiende este ocultamiento como las tres luces supremas que sirven como emanación más elevada.

Cordovero considera a las Sefirot más que emanaciones que manifiestan los atributos del Emanador. Sugiere que estas emanaciones se conviertan en los elementos estructurales de todos los seres. La aprehensión de este proceso depende de una intuición mística llamada "visión fugaz de lo eterno".

La Sefirá se expresa simbólicamente de dos maneras: luz reflejada y canales. En el primer modo, además de la luz directa que se propaga de una Sefirá a la siguiente, hay una luz que se refleja desde la Sefirot inferior hacia la superior. Esta luz reflejada puede surgir de cualquier Sefirá, de regreso a cualquier Sefirá, y este reflejo puede causar la diferenciación de aún más aspectos de cada Sefirá. El modo de canales se basa en la premisa de que Sefirot específicas están en relación con otras Sefirot. Al volverse uno hacia el otro, se desarrolla entre ellos un canal de influencia que es diferente de la emanación. Cualquier interrupción en el retorno de las Sefirot arriba y abajo una de otra se llama "rotura de los canales", una idea que explica las relaciones entre los mundos inferior y superior con ocasión del pecado y la desaprobación divina.