Pesaj celebra la huida de los israelitas del opresivo faraón de Egipto. Los israelitas habían llegado a Egipto a través de José, quien era consejero de uno de los faraones. Sin embargo, generaciones después, los israelitas fueron esclavizados y obligados a construir. El faraón ordenó que todo varón judío nacido fuera ahogado, porque temía un levantamiento. Moisés fue uno de los niños que estuvo escondido de esta muerte, y creció para sacar a los israelitas de Egipto.
La parte más memorable de Pesaj son las Diez Plagas, que culminan con la muerte de los primogénitos en todo Egipto. Sólo aquellos que hubieran sacrificado un carnero y hubieran untado los postes de sus puertas con sangre se salvarían del ángel de la muerte que pasó (de ahí la Pascua), que es lo que Moisés ordenó a todos los israelitas que hicieran.
En el hogar se realiza un servicio llamado Seder (derivado de la raíz hebrea de Orden, como el orden del servicio), en el que recordamos la historia del Éxodo, aunque conviene leerlo de manera que nosotros mismos sintamos que estaban allí en el Éxodo. Durante el servicio, se nos pide que nos reclinemos en nuestras sillas para recordarnos la libertad que ahora poseemos.
En la segunda noche de Pesaj (la fiesta dura 8 días), comenzamos a contar el Omer.