El profeta Elías es la persona cuya aparición está destinada a traer la venida del Mashíaj, el Mesías. En el servicio del Séder, el papel de Elías se ha ampliado enormemente.
En un momento después de la comida, las puertas de entrada de la casa se abren y cualquier extraño que quiera puede entrar y participar del Seder y de la comida. Esta costumbre proviene de tiempos en que los judíos eran acusados falsamente de beber la sangre de Christian en lugar de vino, y cualquier transeúnte era bienvenido a ver la verdad (por cierto, el vino de Pesaj incluso usó uvas blancas durante un tiempo para disipar aún más el mito). Hoy en día, además de cumplir su propósito original, el folklore se ha apoderado de la costumbre de decir que abrimos la puerta a Elías, quien entra y bebe de su copa de vino. Los padres alrededor de la mesa golpean suavemente la mesa para engañar a los niños haciéndoles creer que Elijah está tomando un trago.
A veces también se deja un lugar reservado para que Elías, o cualquier transeúnte, entre y coma.